Dicen que no hay que desearle la muerte a nadie. Es verdad, para Augusto Pinochet no deseaba su muerte sino una agonía eterna. Ahora te vas al infierno por hijo de puta.
Haciendo gala del hedonismo propio de estos tiempos les tengo que decir que este blog no fue creado para ustedes, sino para mí. Este es mi psicólogo cibernético. Soy Tigre en el horóscopo chino, de ahí el nombre. Aunque, para qué les voy a mentir, si hay algo que nunca me interesó es el horóscopo. Lo de la lengua es porque pienso escribir lo que tenga ganas.
"¿Morir por mis ideas? ¡Jamás! Podría estar equivocado" Mark Twain